Nuestra historia
Todo comenzó en el año 1982, cuando un carpintero llamado Gregorio Rosario Cruz (cariñosamente conocido como Lolo) y su esposa Antonia Expósito Méndez (Toñi) decidieron seguir su pasión por la naturaleza y fundaron nuestra empresa familiar. Con tan solo 3 cabras, 2 ovejas y una becerra, dieron los primeros pasos hacia un sueño compartido.
Al principio, Lolo y Toñi recorrían las calles de nuestro querido pueblo, Agaete, vendiendo la leche de sus animales puerta a puerta. Sin embargo, su espíritu emprendedor no se detuvo ahí. En los años 90, gracias al apoyo y la orientación de una inspectora de sanidad, comenzaron a transformar esa preciada leche en queso. Esta fue una verdadera epifanía que marcaría un nuevo capítulo en nuestra historia.
En 1994, logramos obtener el registro sanitario, un hito que permitió la legalización completa de nuestra ganadería y la consolidación de nuestro compromiso con la calidad y el bienestar animal. Pero la vida es un ciclo en constante movimiento, y en 2010, después del triste fallecimiento de Lolo, sus hijos tomaron la responsabilidad de llevar adelante el legado de la empresa.
Hoy, me enorgullece decir que soy Macarena Rosario Expósito, y junto a mi madre, hemos asumido la dirección de este maravilloso proyecto que ha sido nuestro hogar y nuestro sustento desde hace décadas. Nuestra pasión por lo que hacemos nos impulsa a seguir elaborando queso de manera artesanal, combinando la sabiduría transmitida por nuestros antepasados con las herramientas de la actualidad.